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Como perros y gatos: ¿es un mito o una realidad?

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De seguro has escuchado alguna vez ese refrán que dice: como perros y gatos. Obviamente es una expresión que se refiere al recelo o la enemistad natural que existe entre los caninos y los felinos, pero… ¿Realmente es así?

 

¿Son los gatos y los perros enemigos naturales o son amigos que pueden convivir en armonía? Estas suelen ser preguntas habituales que muchos nos hacemos cuando tenemos un gato o un perro de compañía.

 

La respuesta es relativa. Una buena relación entre perros y gatos dependerá siempre de cada uno de los animales en cuestión, así como de la crianza que les hayas dado. Sin embargo, hay algunos mitos sobre la relación entre perros y gatos que hay que desmontar de una vez. Sigue leyendo para saber más sobre este tema.

Como perros y gatos: ¿por qué no se la llevan bien estas mascotas?

En un estado salvaje, debes saber que los perros y los gatos son depredadores y presas, respectivamente. Algunos canes atacan a felinos para cuidar su territorio, por una reacción de defensa y en el peor de los casos, podrían hacerlo al seguir un instinto de caza.

 

La vulnerabilidad del gato ante el perro, lo obliga a permanecer alerta ante estos animales, especialmente si se trata de una mascota cuyo olor o presencia le es desconocida. Del mismo modo, aquellos perros sumamente territoriales con su espacio y con sus amos, no verán con buenos ojos que un minino llegue a casa para compartirlo todo.

 

No obstante, como bien dijimos antes, esta supuesta enemistad, este supuesto llevarse como perros y gatos, es relativo.

 

Si alguna de las mascotas tiene bien desarrollado su instinto de convivencia, fue socializado desde muy joven y goza de un carácter apacible, es probable que acepte con amor al nuevo integrante de la familia, sin importar su especie.

 

Suele ser más común que el gato se acostumbre a la presencia de un cachorro. El felino simplemente se mantendrá lejos del nuevo miembro de la familia mientras se gana su confianza. Cuando sienta que el chiquillo invade su espacio, trazará sus límites con firmeza, con un buen bufido o un arañazo de advertencia.

 

Cuando el perro ya es adulto y el que llega a casa es un gatito, las cosas se complican un poco más. Algunos perros pueden mostrarse nerviosos, irritables y agresivos con animales más pequeños, especialmente cuando no fueron socializados adecuadamente desde cachorros.

 

En este caso, la amenaza no recae sólo sobre un gato. La amenaza podría volcarse sobre otro perro de raza pequeña, un conejo, un ave o cualquier otro animal de compañía más frágil y vulnerable. 

 

Si crees que tu perro tiene problemas de carácter y podría tornarse agresivo con la nueva mascota, evita adoptar a otro animalito. Podrías pasar por una experiencia muy lamentable.

Mitos y verdades sobre la relación entre perros y gatos

A propósito de lo bien o lo mal que se pueden llevar estas mascotas, surgieron muchos mitos que es importante explicar a continuación, para que tengas una perspectiva clara de la convivencia entre estos animales.

Los perros siempre persiguen a los gatos para atacarlos

No. Esto es un mito. Cuando estas mascotas se persiguen, no lo hacen necesariamente para agredirse o hacerse daño. Hay muchas interacciones sanas y normales entre perros y gatos que pueden llevar ocasionalmente a una persecución inofensiva. 

 

Sin embargo, hay una gran diferencia entre una interacción lúdica y una agresiva. Si su perro o gato persigue y es perseguido constantemente con violencia o con claras señales de amenaza, esto puede terminar en un problema.

 

Si un gato es perseguido por un perro con ferocidad, el minino podría intentar escapar porque se siente amenazado por el otro animal. Este no es un comportamiento normal de los mininos y puede convertirse rápidamente en una situación peligrosa. 

 

Si detectas este tipo de situación, debes corregirla de inmediato y de ser posible, educar al perro para que deje de hacerlo. De lo contrario, no es una buena idea conservar al gatito, porque podría poner en riesgo su integridad.

Los perros atacan a los gatos

Esto no siempre es cierto. Está demostrado que algunos son capaces de convivir pacíficamente entre sí. Desde luego, dependiendo de sus juegos, podría ocurrir un accidente. Por suerte, esto no siempre es indicativo de que alguna de las dos mascotas esté en riesgo, mucho menos de que se la llevan como perros y gatos.

 

Los padres de mascota deben ser conscientes y estar atentos a las señales de advertencia de que uno o ambos animales están siendo agredido por el otro. En la mayoría de los casos, los perros suelen ser físicamente más fuertes que los gatos y pueden herirlos fácilmente de forma involuntaria al sentarse sobre ellos o agarrarlos con demasiada fuerza.

 

El gato también puede provocar involuntariamente pequeños arañazos o mordiscos al jugar con el perro de forma impulsiva o demasiado brusca. Una buena forma de evitar que las cosas se salgan de control es vigilar las interacciones de las mascotas, siempre que ambas sean inofensivas y que demuestren una actitud pacífica y juguetona con el otro.

Los perros siempre ven a los gatos como una presa

En realidad la gran mayoría de los perros no ven a los gatos como comida. Tampoco los ven como si se tratase de una liebre. Recuerda que algunos canes no tienen tan desarrollado un instinto cazador que les indique que un minino es un animal al que tienen que atrapar.

 

Lo que podría ocurrir, en todo caso, es que el perro no vea al gato como a un amigo o un igual, sino como un juguete. Entonces, intentará capturarlo, pero no cazarlo. Al mismo tiempo, si un gato ve a un perro como un amigo de juegos y no como un depredador, el minino podría intentar jugar con él.

 

La única forma de llegar a esta saludable convivencia es mediante una correcta socialización, en especial si se hace desde que ambos animales son pequeños. Un cachorro y un gatito que crecen juntos podrán tener una relación maravillosa cuando sean adultos.

Los gatos siempre ven a los perros como un depredador

Esto no siempre es cierto. El temor instintivo de los gatos hacia los perros suele verse con más frecuencia entre los animales que crecen en estado salvaje, en las calles. También es una situación relativa. Si tienes en casa a un gato muy territorial, el que podría verse en problemas es el cachorro.

 

Los gatos agresivos o territoriales, pueden ver a los perros como una amenaza para su seguridad, incluso si estos están bien socializados y son amistosos. En estos casos el animal más pequeño se defenderá con fiereza si lo considera necesario.

 

Esto no quiere decir que tus mascotas se la llevarán siempre como perros y gatos o tendrán una muy mala relación. Volvemos como siempre a la misma conclusión: todo dependerá de cómo eduques a tus animales de compañía y cómo promuevas en ellos la convivencia y socialización.

 

Con paciencia, amor, mucha supervisión y precaución, es probable que un perro y un gato convivan en completa armonía. Sigue estos consejos y lo conseguirás.

 

Referencias:

Web Animales (S/F). Por qué los perros odian a los gatos: mito o realidad. Web Animales. Recuperado de: https://www.webanimales.com/consejos/temas-generales/por-que-los-perros-odian-a-los-gatos-mito-o-realidad#:~:text=La%20raz%C3%B3n%20es%20simple%3A%20los,se%C3%B1al%20de%20ataque%20o%20defensa.

 

My Happy Pet (S/F). 5 RAZONES POR LAS QUE PERROS Y GATOS SE LLEVAN MAL. My Happy Pet. Recuperado de: https://www.myhappypet.es/conseils/comportamiento/5-razones-por-las-que-perros-y-gatos-se-llevan-mal

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